El refuerzo de forjados es una técnica muy utilizada en la rehabilitación de forjados antiguos (madera, acero, hormigón etc.) dado que con frecuencia es necesario realizar acciones de rehabilitación estructural debido a una excesiva deformación del forjado con flechas importantes, o bien para adecuar la capacidad portante a las nuevas demandas de la normativa o con motivo de un cambio de uso del edificio (por ejemplo, de uso como vivienda a local comercial o uso industrial).
El vertido de una losa colaborante de hormigón ligero estructural (capa de compresión), Latermix Beton (espesor a partir de 5 cm), unida mediante conectores, tipo CentroStorico de Laterlite, a la estructura del forjado existente, permite el refuerzo del forjado simple y seguro reduciendo las cargas estructurales hasta en un 40% frente a un hormigón tradicional (Latermix Béton 1400: densidad 1400 kg/m3).
De esta forma se obtiene un forjado mixto en el que el hormigón ligero trabaja a compresión y el forjado antiguo prevalentemente a tracción.
La solución ofrece muchas ventajas:
- No es necesario destruir ni demoler el antiguo forjado: una intervención más sencilla y barata que la sustitución total del forjado.
- Aumento considerable de la capacidad de carga del forjado
- Mayor rigidez del forjado
- Menos deformaciones y vibraciones, lo que se traduce en una mayor durabilidad de los acabados
Y, además:
- Aligeramiento o reducción de sobrecargas: la sustitución de las capas de recrecidos existentes (frecuentemente arena, cascotes o escombros de obra) por un hormigón estructural ligero, permite aligerar la estructura, sin afectar negativamente a los pilares y estructuras verticales y a la cimentación, reduciendo así el riesgo de asentamientos y la necesidad de intervenciones adicionales de refuerzo.
- Mayores sobrecargas de uso posibles: se aumenta la capacidad del forjado con la misma sección resistente, dado que se reducen las cargas permanentes gracias al uso del hormigón ligero.
- Menores acciones dinámicas en caso de seísmos: reduciendo las masas de inercia de las estructuras gracias al hormigón estructural ligero, se reducen los esfuerzos sobre las estructuras en caso de seísmo.
- Unión más eficaz entre los elementos estructurales horizontales y verticales del edificio: gracias a la losa colaborante de hormigón ligero es posible transformar el forjado en un diafragma rígido que, adecuadamente conectado con las paredes (conector perimetral de Laterlite , sistema Perimetro Forte, zunchos o barras de acero), une los elementos constructivos y distribuye las cargas dinámicas en caso de seísmo, aumentando la seguridad
- Reducción de puentes térmicos en la conexión entre forjado y fachada: gracias a la baja conductividad térmica hasta 4,5 veces inferior en comparación con el hormigón tradicional.
- Conservación de la identidad arquitectónica y constructiva del edificio al mantener el forjado original, dándole nuevas prestaciones gracias al refuerzo estructural.
- Protección del aspecto estético/artístico del intradós de la estructura (elementos decorativos, etc.): al intervenir únicamente en la parte superior del forjado.
- Puesta en obra simplificada: gracias a la baja densidad del hormigón fresco se reduce la necesidad de apuntalamiento del forjado.
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