El relleno de las cavidades subterráneas, y su estabilización suele ser necesario para garantizar la seguridad frente al colapso de las cavidades y para evitar el riesgo de hundimiento de tierras.
La presencia de cavidades subterráneas abandonadas de cualquier origen, naturales o artificiales es frecuente en el subsuelo de las ciudades o en algunas zonas geográficas concretas por razones históricas o geológicas, a menudo debido a la excavación de canteras en las proximidades o debajo de los edificios: con frecuencia constituye un riesgo para la estabilidad de las estructuras y limita los proyectos de desarrollo y las posibilidades de realización para las futuras edificaciones.
El relleno de las cavidades por Arcilla Expandida Laterlite es una técnica eficaz para su estabilización. En efecto, la arcilla expandida (en seco a granel o ligada con cemento), gracias a su elevada resistencia a la compresión, permite redistribuir las presiones en el subsuelo, eliminando las peligrosas concentraciones de carga que se atenúan y redistribuyen en el tiempo.
Respecto al relleno con árido tradicional, reduce considerablemente las sobrecargas y las presiones laterales evitando los riesgos de asentamiento.
Esta técnica también se utiliza para la estabilización los depósitos subterráneos en desuso, que pueden rellenarse con arcilla expandida Laterlite y dejarse en su sitio.
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