En la ampliación de una calzada de carretera, o cuando se tiene que añadir un carril en un terraplén existente, es muy importante no causar ningún daño al antiguo terraplén y evitar asentamientos y asentamientos diferenciales en la conexión entre las estructuras existentes y su prolongación.
La ampliación de terraplenes con gravas tradicionales modifica considerablemente el estado de carga del suelo de soporte y hace muy difícil evitar los asentamientos a corto y largo plazo y, por tanto, desniveles y peligrosas grietas en las capas de rodadura causadas por los esfuerzos de tracción en el firme, especialmente en suelos compresibles.
La realización de las ampliaciones con terraplenes ligeros constituidos por arcilla expandida Laterlite permite controlar estos riesgos gracias al menor asiento por compactación respecto a los áridos convencionales, a la mínima sobrecarga en el terreno de soporte y la muy fácil a la fácil densificación de los áridos.
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