Una capa enterrada de arcilla expandida, debidamente envuelta en un geotextil o en una geomembrana, permite realizar fácilmente depósitos de acumulación y de infiltración que regulan la escorrentía de las aguas meteóricas en caso de picos de caudal.
Las capas sobre la arcilla expandida, que gracias a su resistencia se apoyan directamente sobre esta, pueden servir de soporte para cualquier actividad (aparcamientos, carreteras, campos deportivos, jardines, etc.), sin que sea necesario construir completas estructuras de cubierta.
Ventajas: